La incineración es el proceso de aplicar altas temperaturas
a residuos industriales a los que es conveniente aplicar calor porque no emanan gases
tóxicos. Se aplica a residuos volátiles como los solventes, a los que resisten
procesos de tratamiento biológico o que contienen compuestos como el cloro,
zinc, plomo, cadmio, mercurio y compuestos nitrogenados, sulfurados o
fosforados. El proceso de incineración se realiza a temperaturas tan elevadas
que destruyen los residuos y los convierte en gases y cenizas.
Las ventajas que presenta el proceso de incineración de
residuos industriales es que se reduce la masa y volumen de los mismos muy
significativamente y se genera energía que se puede utilizar en otros productos
industriales.
Este proceso puede producir gases ácidos y otras sustancias,
dependiendo del tipo de residuo sometido al mismo. Cuanto mayor es la
temperatura de incineración, mayor la posibilidad de que los gases generados
entren en combustión y se liberen compuestos tóxicos. El grado de turbulencia
garantiza que se mezclen los residuos con el aire y el combustible lo que
aumenta la posibilidad de destrucción durante la incineración. La
disponibilidad de oxigeno garantiza la oxidación de todos los compuestos, sobre
todo los orgánicos y que no se formen subproductos tóxicos.
Este es una de los procesos más importantes de reciclado de
material de desecho industrial. Teniendo en cuenta la composición, la
incineración reduce el volumen en un 90% y el peso en hasta el 70%. Todo esto
tiene ventajas económicas, ambientales, reducción de costes de transporte y
almacenamiento y menor demanda de espacio en su disposición final. Los residuos
se desinfectan, sobre todo los residuos orgánicos en los que la destrucción de
patógenos se logra antes de la eliminación final.
La incineración puede tratar una gran gama de residuos.
Tiene carácter de destruir contaminantes.
Pero también tiene desventajas. Si el residuo no es suficientemente
calorífico o tiene alto contenido de líquido, va a ser necesario el uso de
combustible adicional, encareciendo el proceso. Los desechos que contienen alto
contenido de líquido no pueden ser sometidos a este proceso. Algunos
componentes orgánicos producen combustión incompleta generando tóxicos y
problemas de eliminación. Debe ser realizado por operadores altamente
cualificados para garantizar su eficacia. El tamaño del residuo debe ser
adecuado al incinerador.
Debido a la gran diversidad de situaciones que pueden darse,
el costo de la incineración puede ser muy variado incluyendo márgenes muy
amplios. Pero en muchos casos, resulta la opción más indicada y hasta la única
que puede garantizar el tratamiento de residuos industriales que presentan alta
peligrosidad.
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